Una historia de ceras y velas
Podría decirles que comencé mi viaje con una experiencia sensorial que me motivó a crear velas, también podría escribir esta página en tercera persona. Sin embargo detrás de Lucy, estoy yo; y voy a contarles mi historia.
Es cierto que las velas siempre fueron una de mis pasiones desde nena, y cuando el 2019 nos encontró, yo tenía escondido un paquete de velas (de parafina)* y como muchas personas me encontraba en casa sin trabajo y al borde de la depresión: 'la pandemia, el asma, mi mejor amigo lejos de mi, sin poder trabajar y el ocio'.
Con nombre
de mujer
«Las velas me salvaron y me convertí en mi mejor versión de adulta. Tenía que ser nombre de mujer, corto, pegadizo y que significara Luz»
Yo si supe desde el primer momento como quería que fueran mis velas para regalar.

Una experiencia sensorial inolvidable



En Mayo de 2023, logro al fin el espacio físico de Lucy que tanto ansiaba, una tienda hecha a medida, donde no faltan los olores y las buenas compañías, mi refugio preferido: un espacio donde se alcanza una experiencia sensorial al producir las velas de cera de abeja.
Es en resumen un espacio en el que creció mi catálogo y mi equipo de trabajo.
Tu bienestar personal
Mis velas son para ellas, las mujeres empoderadas, las que valoran lo funcional de la decoración del hogar; para aquellas que mantiene su equilibrio entre lo profesional y personal; igualmente, para las que crean ambientes acogedores para su familia, y personas favoritas, las que saben lo importante del autocuidado y el bienestar personal.





La tienda de lucy
Y así fue como nuestro espacio creció sin darnos cuenta, y en un momento ya estábamos preparados para que los peques nos dieran la oportunidad de mostrarles un nuevo mundo de luz.
Una experiencia sensorial que pudieron disfrutar junto a sus padres

Después de todo, hicimos lo mejor que podemos hacer las personas creativas, traspasar el conocimiento a las nuevas generaciones, para que el arte de producir velas artesanales de cera de abeja, jamás perezca.