Productora de velas de cera de abeja
LUCY no es solo una marca de velas. Es una historia que empieza en Cuba, durante la incertidumbre de una pandemia global y en medio de una batalla personal contra la depresión.
Mi nombre es Lisandra, y en ese momento de quietud forzada y sin un rumbo claro, encontré una caja de velas olvidadas. Empecé a experimentar, a moldear la cera entre mis manos como una forma de terapia, buscando crear algo bello en un mundo que se sentía gris.
Sin pretensión alguna, compartí mis primeras creaciones en un estado de WhatsApp. La pregunta "qué precio tienen" fue la chispa inesperada que lo encendió todo. Esa fue mi primera venta. Vi una oportunidad, y decidí abrazarla con todas mis fuerzas.
LUCY no es solo una marca de velas. Es una historia que empieza en Cuba, durante la incertidumbre de una pandemia global y en medio de una batalla personal contra la depresión.
Con nombre
de mujer
Lucy nació asi
Así, en una madrugada de insomnio y revelación, nació el nombre: LUCY.
Tenía que ser un nombre de mujer, corto, potente y que significara lo que yo misma andaba buscando: luz.
Una
experiencia sensorial inolvidable
Los comienzos
Lo que comenzó como un experimento íntimo; floreció.
Me enamoré perdidamente de la cera de abeja; una materia prima viva, con alma; cuyo aroma y textura cambian con las estaciones y las flores que alimentan a las abejas.
Cada vela no era solo un objeto, era un pedazo de naturaleza, un quemar lento y noble que llenaba el espacio de calma.
Lo que comenzó como un experimento íntimo; floreció.
Cada vela no era solo un objeto, era un pedazo de naturaleza, un quemar lento y noble que llenaba el espacio de calma.
Tu bienestar personal
Pero LUCY nunca fue solo para mí.
Se convirtió en un referente de la artesanía cubana y, lo que es más importante, en una plataforma de empoderamiento femenino.
Mis velas son para ellas, las mujeres empoderadas, las que valoran lo funcional de la decoración del hogar; para aquellas que mantiene su equilibrio entre lo profesional y personal; igualmente, para las que crean ambientes acogedores para su familia, y personas favoritas, las que saben lo importante del autocuidado y el bienestar personal.
Pero LUCY nunca fue solo para mí.
Se convirtió en un referente de la artesanía cubana y, lo que es más importante, en una plataforma de empoderamiento femenino.
La tienda de lucy
Cuando LUCY comenzó a crecer, me di cuenta de algo hermoso. La gente no solo se sentía atraída por las velas terminadas, sino que sentía una enorme curiosidad por el proceso. Era una experiencia que pedía ser compartida. Así que decidimos abrir las puertas de nuestro espacio.
La tienda de lucy
Cuando LUCY comenzó a crecer, decidimos abrir las puertas a los talleres, que se convirtieron en el corazón latente de LUCY. El lugar donde nuestro lema de movimiento y comunidad cobra vida de la forma más real.
Los talleres se convirtieron en el corazón latente de LUCY, el lugar donde nuestro lema de movimiento y comunidad cobra vida de la forma más real. Son la razón por la que nuestro espacio no es solo una tienda, sino un verdadero taller: un lugar para hacer, para sentir y para compartir la luz.
Hoy, esa luz cruza el océano. Traigo conmigo la misma pasión y la misma filosofía: crear belleza que conecte, que evoque la nostalgia de cada estación y que ilumine tus espacios. LUCY es mi historia, pero también es la de todas las que buscan su propia luz.
Gracias por formar parte de este sueño.